jueves, 20 de noviembre de 2014
cada hoja de sus tallos
se desprende
abrazando la distancia
en caudales de armonía.
mientras caen,
ve la vereda sola
y su vidrio la acaricia allí,
pasajera del aire.
se mese enredada
de nostalgia intranquila
susurrándole al final,
trastocada.
que lo sabe,
ya es muy tarde,
y elevando sus ojos
se queda inmóvil
mirando hacia arriba,
tanta miseria y agonía
ya no alcanzan,
y se va...
se va fundiendo,
recostada en la brisa.
traspasando las puertas del cielo,
como un rayo de luz
de algún atardecer.
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