Cuanto puede decir una canción o una poesía cuando las portentosas raíces de la soledad sucumben de la tierra y empiezan a romper el piso de la realidad. Un pequeño verso se agranda de tal manera que la razón empieza a enfermarse y las palabras se vuelven completamente diferentes al sentido real. El todo coherente enfrentado a la debilidad. Es un momento de caos en el espíritu en el cual las sensaciones empiezan a brotar lentamente, haciendo cada suspiro un maldito sufrimiento.
Nada puede estar tan bien cuando un hombre se esconde del mundo en el que vive y no se da cuenta del infierno que lo rodea. Aunque no lo crean es justo que el hombre se esconda, lo que no es justo es el infierno y las llamaradas que ahogan su respiración. Ahora bien cuando el idiota se da cuenta del peligro y empieza a pisar las brasas, es aquí el momento de cambio, cada palabra se compromete infinitamente, cada mirada es un pozo oscuro en el cual se desea caer y ahogarse hasta que la respiración dolorosa se inunde de sensaciones, todo se cae lentamente, todo lo que supo construir en su mundo fantástico, todo se desmorona y las tumbas se crean y se fortifican como castillos. Los gritos de temor ahora no se escuchan, antes el temor era parte del hombre, ahora el temor se lo devoró todo y con su oscuro dolor golpea al individuo haciendo que su cara se estampe contra los muros y los rompa, haciendo que su sangre empiece a correr por todos los pasillos a los cuales recurría y ya no quiere volver mas. Pero esto no le sirve de nada a un pobre solitario infeliz, cruzar un muro de un golpe es lo peor que le puede pasar, y solo podrá superar su dolor respetandose a sí mismo, para que luego sus pares lo respeten.
Un corazón destrozado muestra un mundo tergiversado, o quizás sea el mundo real al que ese corazón nunca supo mirar a los ojos por miedo a caer y romperse como cascara. En su escondite de corazón brillante y humano, supo crear alegría y esperanzas y por ese camino logró desaparecer su desdichada pena. Sin embargo fue condenado por otros, por su repugnante idea de vida, quizás por eso, o por su soledad y su cobardía. Fue condenado como un maldito criminal cuando su vida era una creación fantástica para el mismo, para poder estar en armonía con su espíritu de bondad y de lucha. Ahora su mundo es diferente al que ha creado, ahora su mundo es creación del caos, y quizás no sea el mundo real porque nunca sabrá que le espera en la vida. El pobre infeliz puede acabar con toda su fracasada existencia pero tiene que luchar contra eso, y solo nunca podrá lograrlo.
