lunes, 18 de abril de 2011

Las almas no desaparecen

Estás tan lejos de volverlo a ver,
es un cuerpo perdido.
Hoy con tu pena te he visto salir,
a enfrentarlos.
Parece extraño que en sus ojos heridos yo pueda encontrar las voces que gritan.

Cuerpos perdidos, almas que gritan
desde el río.

Aquellas cruces hoy te ven llorar
relucientes en sangre,
y en el templo los cuerpos están
maldecidos sin su gloria.

En este invierno sin tu soledad
juntos todos seguimos.
hasta que vuelen por la libertad
los pañuelos serenos.

Son las luces que salen del Ocaso
son el alma de mi lucha, son mis manos
y los hijos que perdieron están en el sol
por sus cantos
por sus cantos.