martes, 11 de octubre de 2011

Hay un resplandor que me llama
sus gritos ensordecedores claman por la claridad.
Es preciso que sepa distinguir su belleza
para darle vida a mi ser.

Mi alma pide comer
estoy sintiendo su luz.
Mientras estaba encerrado
escapaba y moría de sed.

Tomaré ese tallo que florece
haré que su brillo brote en mi
y siempre seré una luz de esperanza
y siempre habrá un brillo en mi alma

Ahora encuentro la canción
y la melodía estalla en mil colores
La poesía que escribí es el camino
que debo seguir.

Esperaba que escucharas mi canción
esa que nunca cante
por eso la condena era mi prisión
y no perpetua esa ilusión

Cambiar es el destino
ser la luciérnaga de tu suspiro
y en un claro estampido
proyecto mi fulgor divino.

Surgir de las tinieblas
difícil situación
mas no imposible es alcanzar tu corazón
que explota lentamente sobre mi pecho hoy.

Mañana es mejor.

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