martes, 30 de noviembre de 2010

Le regalaste un viento liviano
al sol del atardecer
cuando ese fuego cubrió tu alma de plena libertad

Le inscribiste al aire un sentimiento de paz
sobre un viejo árbol
mientras la luz cubría tu pecho de brillo

Le hablaste al cielo
sin gritarle tus temores
y tu cuerpo sentado en las nubes, reposando

Le diste un pasaje al corazón
para el viaje sin retorno
y ahora ya piensas en volver a amar.

1 comentario:

  1. Hablar en segunda persona al escribir en verso es toda una valentia...
    Muy bueno!

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