En una parte del bosque un enano decía: ¡Viva mi pueblo!
y su pueblo vivía al instante, con un grito
alto por encima de las ratas de piso que vivían en mansiones
sin aires ni verdes en cemento lustrado.
¡Viva el enano que trabaja en la mina!, es inmenso,
es gigante
cada unión de pueblos y bosques, ¡Vivan!
las ratas de piso pisotedas por el gigante humanidad
Humanos de la tierra ¡Vivan!
cada duende que grite será recompensado con su libertad
y volaran por el viento con sus dientes apretados y livianos
la liviandad de vivir por su bosque de primaveras partidas.
Los mineros del bosque no tardaron en darse cuenta. La naturaleza de los Iguales.
Llamaron a los gritos y cuando amaneció marcharon y lucharon,
el sol destelló cada rincon olvidado y sucio
las sombras desaparecieron/ brilló el sol del bosque
Ahora los mineros viven en el bosque y observan
cada noche de luna llena compartida.
Pisando una rata que fabrica esclavos.
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